Históricamente, asociaciones similares han fomentado un crecimiento económico y estabilidad sustanciales
El sur de Asia está presenciando avances significativos en la conectividad de la red, impulsando la cooperación regional a través de la diplomacia energética. Un hito en esta iniciativa es la reciente firma de un acuerdo de comercio de energía a largo plazo entre India y Nepal. 

El plan se presentó durante las discusiones del Primer Ministro de Nepal, Pushpa Kamal Dahal, con el Primer Ministro indio Narendra Modi en Nueva Delhi en junio de 2023. Se formalizó durante la visita a Nepal del Ministro de Asuntos Exteriores de India, S Jaishankar, en enero de 2024.

Este acuerdo esboza un cambio importante, que permite la exportación de 10,000 MW de electricidad de Nepal a India y Bangladesh durante la próxima década, en comparación con los actuales 450 MW.

Inversiones detrás de este Cambio Económico

El acuerdo exige una impresionante inversión de casi 100 mil millones de USD, cubriendo el costo tanto de la generación de energía como de la infraestructura necesaria para su transmisión. Este esfuerzo no solo ejemplifica el papel fundamental de la diplomacia energética en la facilitación de las transiciones energéticas, sino que también marca una escalada significativa en el uso de herramientas diversas como la adopción de tecnología, marcos regulatorios y estrategias de precios. 

Se espera que los fondos para este ambicioso proyecto provengan de una combinación de los sectores público y privado en Nepal e India, junto con contribuciones de instituciones financieras internacionales como el Banco de Desarrollo Asiático y el Banco Mundial.

Integración Regional

Históricamente, alianzas similares han fomentado un crecimiento económico y estabilidad sustanciales; por ejemplo, la larga relación de comercio de energía entre India y Bután ha impulsado significativamente la economía de Bután y ha subrayado los beneficios mutuos de dichas colaboraciones. 

La inversión sustancial involucrada, particularmente para Nepal, cuyo PIB es de 40 mil millones de USD, señala un camino transformador hacia la prosperidad sostenida y la paz dentro de la región.

India y Sri Lanka también están avanzando en planes para conectar sus redes eléctricas a través de una línea de transmisión submarina de 1.2 mil millones de dólares con el objetivo de garantizar la seguridad energética de Sri Lanka. El proyecto prevé conectar Anuradhapura en el centro norte de Sri Lanka con Chennai, la capital de Tamil Nadu, a través de una línea terrestre de 130 km en India, que se extiende en un cable submarino que aflora en Thiruketheeswaram en Mannar, al noreste de Sri Lanka.

Esta iniciativa cobró impulso con la quinta reunión del grupo de trabajo conjunto India-Sri Lanka sobre cooperación en el sector de la energía, celebrada en febrero de este año, con la presencia de altos funcionarios, incluyendo al Alto Comisionado de la India en Sri Lanka. Los recientes acuerdos también incluyen el desarrollo de un sistema de energía renovable híbrida para varias islas del norte de la península de Jaffna en Sri Lanka.

Dinámicas de mercado y Comercio de energía

Además de los acuerdos bilaterales, la integración de Nepal y Bután en el mercado de intercambio de energía de India a partir de 2021 marca un desarrollo significativo. Esta iniciativa pionera ha abierto el mercado de energía de la India a otros países del sur de Asia, permitiendo el comercio en tiempo real y una mayor flexibilidad. Esta configuración atenúa los riesgos de inversión al equilibrar los excedentes y déficits de energía y apoyar la adopción de fuentes de energía renovable al proporcionar un suministro de energía más rentable.

La expansión estratégica de la conectividad de la red en el sur de Asia a través de iniciativas como el "un sol, un mundo, una red" de la India demuestra un cambio profundo hacia la optimización del uso de recursos renovables a través de las fronteras nacionales.

Estos esfuerzos facilitan reducciones significativas en las emisiones de carbono y los costos operativos, y trazan la ruta para una integración regional más amplia, que podría extenderse hasta el sudeste asiático. Las agendas colaborativas de las naciones se ampliarán, con la promesa de paz y prosperidad sostenidas, haciendo cada vez más alcanzables los recursos compartidos y los beneficios mutuos.